No se puede resolver el agua, ni el aire, menos el sol. Todo estaba resuelto, menos el hombre. Y entonces entendieron como debían ser las cosas. Hubo mas de trescientos tweets en menos de un minuto, todos con el hashtag #meaculpa.
Hasta que un tweetstar los nombro uno a uno para recordarles, que el latín no esta catalogado el idioma oficial del ciberespacio, porque "apenas entendemos el spanglish, ¿como podemos entender otro lenguaje? Pero es muy hip #meaculpa #latínfail #masdificilqueC"
"Que absurdo es pensar en energía limpia, ¿o quien la ensucio?", decía otro Tweet.
Así pasaron los días. Leyendo tweet tras tweet, del absurdo, al hilarante, pasando por dos o tres reflexiones que culpaban a un presidente, o la iglesia, al igual que la suegra de alguien.
Acordaron no twettear mas. La respuesta con un llamada a la acción toco la puerta: Jorgito creo una app para leer chistes. "Magnifico, les vamos a enseñar sin que lo entiendan. Es genial. Empezaremos a escribir comedia como aquellos programas de antaño. Entonces cambiaremos al mundo y nuestra app será un éxito en el próximo concurso de Pitches. Creo que si levantamos capital por cien mil dólares podemos crear nuestro primer producto mínimo viable".
Fue entonces que se formo la comunidad de "Los Paladines Desencantados" famosa entre el ecosistema porque se reunían a blasfemar contra los Ludditas, esos bastardos anti progreso.
A nadie se le ocurrió que la vida deja de tener sentido cuando ya todo esta resuelto. Excepto ellos. Cambiaron la espada para ser bufones. Ahí había cosas porque luchar; el absurdo les daba pretexto para resolver al hombre y dejar en paz a la tierra.
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